La celebración de la Noche de San Juan se remonta hasta tiempos inmemorables, los antiguos celtas llamabas a esta noche Alban Heruin y para ellos marcaba –en el hemisferio Norte- el instante en el que el Sol se hallaba en su máximo esplendor. Para los incas, el Inti Raymi festividad en honor al dios sol Inti. En la creencia de nuestros antepasados se decía que el Sol estaba enamorado de la Tierra y se resistía a abandonarla.
Por esta razón se celebra el último día de primavera, porque es la noche más corta y representa la resistencia del sol a irse, en nuestro calendario corresponde aproximadamente al 24 de junio. Los pueblos antiguos decían que era un día ideal para ahuyentar malos espíritus y atraer a los buenos, así como para librar encantamientos de amor y fertilidad.
Con la propagación de las ideas cristianas, la Noche de San Juan se mantuvo, pero perdió su carácter mágico e incorporó la historia del nacimiento de Juan Bautista, cuentan que Zacarías, un sacerdote casado con Isabel, personas ya mayores y sin descendencia, un día mientras rezada en el santuario, el ángel Gabriel se le presentó anunciando que tendría un hijo con su esposa Isabel, Zacarías dudo, por lo cual el ángel lo dejo sin voz hasta que todo eso ocurriera.
Pasado el tiempo de la gestación, Zacarías encendió una hoguera para anunciar a sus parientes el nacimiento de su hijo, Juan Bautista, que sospechosamente coincidía con la Noche de San Juan. Lo paradójico del asunto es que en realidad no debería festejarse, porque el “dies natalis” (cumpleaños, aniversario) de los santos siempre ha sido el de la muerte, menos para Juan Bautista. Pero independientemente de esto los cristianos del medievo encendían grandes hogueras y celebraban diversos ritos a su alrededor ese día.
El fuego es un símbolo importante para este día ya que se utilizaba en los rituales ancestrales de esta noche, por ser representación del sol que ese día se mantiene por más tiempo en la tierra, además por ser un elemento purificador que libera de la mala suerte y transformador, se invita a lanzar en él un papel con una lista de cosas que queremos dejar atrás en nuestras vidas y quemándose en esa hoguera, lograr que se transforme y la energía vuelva a donde tiene que ir.
El agua también es un símbolo primordial para esta celebración, ya que simboliza la fertilidad y pureza, se considera que a partir de las doce de esta noche el agua es milagrosa, cura enfermedades y proporciona la felicidad. Los ritos de las nueve olas, hacer agua de rosas o flores y bañarse con esa agua desnudos esa noche para encontrar pareja o tener hijos.
Otra parte del ritual importante son las hierbas ya que quintuplica las propiedades curativas de esa noche, el tomillo, el romero e incluso la hierba de San Juan se utilizan este día para hacer remedios.
Ese día se puede aprovechar para hacer diversos rituales de abundancia, de amor, de fertilidad solo que la mayoría utiliza el fuego como elemento principal del hechizo, por favor sean muy conscientes con donde lo hacen y tengan siempre a la mano opciones para apagar el fuego si algo sale de control. Diviértanse y utilicen toda su intención para que se cumpla su cometido, felices fiestas.